lunes, 25 de septiembre de 2017

Las abdicaciones de Bayona. Una visión



Tras el motín de Aranjuez, Fernando VII subía al trono, pero necesitaba del apoyo y del visto bueno del entonces más importante gobernante de Europa, Napoleón I Bonaparte. Así pues, se reunieron el 20 de abril los dos monarcas pero Napoleón había decidido sustituir a los Borbones, totalmente desacreditados, por algún hermano suyo. Aún así, el emperador esperó a que llegasen carlos IV y María Luisa de Parma, que habían pensado recuperar la corona. 
Mientras, en Madrid, Toledo y Burgos crecía el descontento contra los franceses, ante los rumores de que iba a restaurarse en el trono a Carlos IV., el rey que había aupado al odiado Godoy. 

 En Madrid, el general Murat, que había ocupado la ciudad, hacía ostentación de sus fuerzas, lo cual causaba animadversión en el pueblo. Además, el pueblo necesitaba a sus reyes, ya que tenía con ellos una relación de súbdito a soberano. Pero Carlos IV había pedido que todos sus hijos se reunieran con él en Bayona. Cuando el pueblo de Madrid se enteró de esta maniobra, se congregó frente al palacio una multitud y ante la presencia del ayudante de Murat, Augusto Lagrange, se desató la furia popular, a la que Murat respondió sacando un batallón para dispersarlos. Esta actitud desproporcionada de un ejército extranjero provocó el levantamiento de todo Madrid. Era el inicio de la guerra. 
En Bayona, el 1 de mayo, Napoleón tras comer con los reyes padres y Godoy, citó a Fernando VII y le presionó para que abdicase en Carlos IV, que ya había abdicado previamente en Napoleón. 
Con este acto se consumaba la sustitución de una monarquía por otra, más moderna y heredera de las ideas de la Revolución francesa. Además, con ello el Antiguo Régimen aceleraba su proceso de extinción. Un proceso que aún tardaría un reinado entero, pero que se consumó en 1833. 

El motín de Aranjuez

La invasión del ejército francés

El proceso de El Escorial



jueves, 21 de septiembre de 2017

LA MONARQUÍA ABSOLUTA. CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS

Como sabemos, la Monarquía absoluta es un sistema político en el que el poder emana de Dios. Por ello, el monarca es detentador de la soberanía en exclusiva debido a que su función es ejercer de "vicario de Cristo" y, consecuentemente, su función política podría considerarse "quasi-sacerdotal". 


Por esta razón, el rey se encargaba de dictar leyes y decretos (atribución legislativa), y de juzgar y condenar (atribución judicial), así como de designar a los ejecutores de estas órdenes, que en el siglo XVIII serán los "secretarios del Despacho" porque "despachaban" los asuntos con el rey.  ¡

En cuanto a las características esenciales de este sistema de poder, podemos encontrar las siguientes: 

1- Derecho divinoEl poder emanaba de Dios y el monarca ejercía dicho poder sin necesidad de atenerse a ningún tipo de limitación jurídica, dado que su voluntad quedaba por encima de las leyes ya que estaba "inspirado", a la hora de decidir, por la divinidad. Así pues, la Iglesia operaba de “intermediaria” entre Dios y el Rey, y se asumía que el Rey era naturalmente bueno, correcto y justo.

2- Poder absoluto: El monarca concentraba y detentaba el poder absoluto, no había ningún tipo de división de poderes, como hay hoy en los estados modernos. El rey tomaba la potestad de fijar leyes y decretos (atribución legislativa), asesorado cuanto mucho por un grupo de consejeros, así como de juzgar (atribución judicial), de instaurar impuestos, etc. No existían organismos fiscalizadores del accionar del monarca.
Ciertas teorías-filosóficas respaldaron este poder absoluto como razón de estado: Bossuet, clérigo e intelectual francés, defendía la teoría del origen divino del poder. Otros filósofos, como Bodin o Hobbes, sostenían que el poder del monarca era la única garantía para evitar que los intereses de diferentes grupos sociales terminaran con el orden social establecido. Por ello,el rey era un "mal necesario" porque, en caso contrario, la sociedad se sumiría en la anarquía. 

3- Ejército que se va profesionalizando. La persona del rey y sus amplísimas posesiones debían ser defendidas por una nutrida guardia real y por un ejército profesionalizado, que le era incondicional y debía mantener el sistema monárquico en orden, puesto que era su brazo armado. 

4- Sociedad estamental. Las monarquías absolutas rigieron en una época en que la sociedad estaba claramente dividida en estamentos (grupos sociales más o menos establecidos de forma estática a los que se pertenecía en función de la familia en la que se nacía): por un lado estaban los miembros de la nobleza y el clero, con numerosos privilegios, y por otro lado existía una amplia clase integrada por campesinos, burgueses y asalariados urbanos, que son quienes realmente trabajaban y generaban los ingresos de la corona. Solo esta última clase, que vivía humildemente en áreas rurales o urbanas, cargaba con la obligación de pagar impuestos o tributos a la corona y el diezmo a la Iglesia. Eran, por tanto, los "pecheros" porque pagaban los "pechos" o impuestos. 

5- Burocracia al servicio del rey. Un grupo considerable de ministros y funcionarios públicos eran los responsables de que funcionara el reino como unidad administrativa. Una forma de ganar tierras y poder para los reyes era la guerra, pero otra muy importante fue la negociación. Para eso se necesitaban embajadores, que además de hacer tratados, alianzas y pactos, buscaban efectuar matrimonios convenientes.